La gestión visual, más conocida como Visual Management, proporciona a los diferentes actores de las empresas una sencilla manera de realizar el trabajo. Esto, gracias al uso y a la aplicación de herramientas gráficas que facilitan la organización interna y la colaboración entre equipos, por medio de un entorno simple y efectivo.
Uno de los principales beneficios de la gestión visual es que permite descubrir errores fácilmente, optimizar los procesos y ser, en consecuencia, más eficientes. Pero ¿en qué ámbitos de las empresas podría aplicarse esta gestión?
Lo cierto es que la gestión visual ha evolucionado muchísimo y puede ser aplicada en cualquier tipo de empresa y en todos los ámbitos. Hablamos tanto de procesos de negocio como de temas de soporte, proyectos o gestión comercial, entre otros.
Una de las principales necesidades de las empresas actuales consiste en la optimización de la gestión de sus procesos y en el control de los indicadores de administración. Y es que, un proceso bien desarrollado, estructurado y gestionado es una de las claves del éxito para cualquier empresa y si se puede “ver” de manera simple y permanente, esta capa de reconocimiento permitirá tomar acciones rápidas y efectivas para el negocio.
En los llamados procesos visuales encontramos dos elementos básicos. Por un lado, está la parte más visual, aquella que hace referencia a colores, gráficos y composición estructural de lo que se quiere mostrar; y, por otro lado, tenemos el sector de los circuitos e indicadores de cada paso, que engloba desde la organización a seguir y su oportuna asignación hasta la medición de su eficiencia.
En la gestión administrativa sucede algo similar, se puede contar con un layout de la operación, ya sean locales, puntos de venta, oficinas comerciales, etc. y tener sobre estos los principales indicadores que permitan controlar la operación. Así, en algunos tipos de negocios que contienen locaciones u objetivos de negocio que van cambiando o que instalan nuevos puntos de venta, es muy importante contar con la posibilidad de modificar ese proceso o layout.
Si se aplican los procesos visuales a los sistemas de ERP, estos hacen que el software de gestión sea más rápido, sencillo y flexible. En este sentido, existen numerosas plataformas que incluyen “por defecto” una serie de procesos visuales, vistas y herramientas que permiten el análisis de los que está sucediendo en la operación de un negocio.
¿Qué procesos se deben seguir? En realidad, la respuesta sería todos… pero, es sabido que gran parte de la dirección de operaciones debe enfocarse en las prioridades. Así, lo relevante es poder seguir la operación clave y que estos procesos puedan ser modificados y adaptados en base a cómo transcurra el negocio, atendiendo a las necesidades o a las tareas específicas realizadas por cada uno de los roles. Como se remarcó con anterioridad, en general los procesos están “vivos” por lo que la facilidad para modificarlos, sin pérdida del tracking de datos, será clave a la hora de seleccionar una herramienta.
La utilización de procesos y gestión visual trae ventajas, tales como:
- Navegación intuitiva por la operación compañía.
- Funciones del sistema a un solo clic.
- Indicadores estándares y plantillas personalizables.
- Integración con otros sistemas de localización o visualización (Ej. Agregamos capas de Google Maps).
La potencialidad de la gestión visual es mucho más fuerte de lo que puede parecer a simple vista, ya que para un directivo o un analista, contar con la posibilidad de ver de manera simple y directa lo que está sucediendo en un área determinada del negocio y que esto le permita tomar decisiones on time, resulta un factor decisivo y crítico para mejorar su productividad.
Si bien es sabido que la mayoría de los herramientas actuales intentan agregar este tipo de soluciones, para el caso de la administración visual en centros comerciales, recomendamos ingresar a https://solutionsmalls.com/producto/maps/ y así, poder apreciar todas las posibilidades que esta plataforma brinda.